Esta
obra cuenta una historia de un par de botas que pertenecieron al ajusticiado
Dictador de la República Dominicana Rafael
Leónidas Trujillo (el Generalísimo), las que fueron halladas en un
vertedero de basura por Patricio Díaz, y
su compañero Bolívar, los cuales
trabajaban en un camión recolector de basura para el Cabildo (ayuntamiento) de la ciudad de Santo Domingo.
Las botas estaban viejas y muy deterioradas, pero tenían las iniciales, R. L. T
ellos la analizaron y llegaron a la conclusión de que fueron propiedad de nada
más y nada menos que el tirano Rafael Leónidas Trujillo: buscaron la ayuda de
un arqueólogo que frecuentaba el vertedero llamado Percio
el cual los oriento y los llevo al museo en donde revisaron las botas y
determinaron que habían sido robadas anteriormente de dicho museo.
Esas botas tienen un
alto valor histórico por lo que Patricio
y Bolívar decidieron donarla al
Museo de la Historia; por realizar esta entrega de buena fe, fueron recompensados por el director del museo con
una jubilación con el más alto sueldo de esos tiempos, además se les prometió
la mejoría de las condiciones de vida de la gente del barrio.
Luego
de que unos familiares del tirano se enteraran de que en un vertedero de la
ciudad de santo domingo fueron encontradas las botas por Patricio Y Bolívar, le
enviaron un paquete el cual contenía ropa bastante valiosa, esta ropa era de la
más alta calidad por lo que se sentían muy agradecidos ya que eran personas muy pobres acostumbradas
a tener poca ropa y de muy mala calidad,
en dicho paquete había un par de zapatos negros de charol, con los que se
suponía habían enterrado a Rafael
Leónidas Trujillo, al verlos allí se dieron cuenta de que alguien le quito
los zapatos, por lo que se cuenta la
historia que El Jefe Iba Descalzar
otro mundo.