¿Por qué estudiar francés?

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El Francés es una lengua Romance, un descendiente del latín como el Español y el Italiano.
¿Por qué aprender francés? 
Si bien el Inglés es el jugador dominante en el mundo del idioma de hoy, menos de 100 años atrás ese título lo sostenía indiscutible-mente el Francés. El lenguaje se esparció amplia-mente por el mundo entre los siglos 17 y 20 como resultado de la sed Francesa y Belga por la colonización; nadie se podía considerar a sí mismo como educado sin la habilidad de hablar Francés, el cual se volvió el idioma de la política, el comercio, el arte y la literatura. 

El Francés es una lengua Romance, un descendiente del latín como el Español y el Italiano. El Francés surgió del Latín Vulgar (el discurso Latín común) por un período de unos 800 años, y el primer ejemplo escrito de Francés como idioma aparte es los Juramentos de Estrasburgo en 842. 


Existen numerosos dialectos del Francés en el mundo, muchos para mencionarlos. El Creole Haitiano es una variedad del Francés, así como el patois hablado por los Acadios (Cajunes) en el área de Louisiana. El Francés Canadiense tiene una pronunciación y algo de vocabulario que es propio y se hallan también muchos dialectos en la misma Francia. 

El Francés es uno de los idiomas más fáciles de aprender para el hablante de Español. Estimativamente, más del 80% de las palabras en Francés están relacionadas a palabras en Español. Esto le da al hablante de Español una tremenda ventaja cuando aprende vocabulario Francés. 

Historia de la lengua francesa 
El territorio de lo que hoy es Francia empezó a ser poblado por los galos alrededor del Siglo VII a. C.,

El territorio de lo que hoy es Francia empezó a ser poblado por los galos alrededor del Siglo VII a. C., los cuales hablaban idiomasceltas que no poseían escritura. Hacia el suroeste, los aquitanos hablaban probablemente una lengua precursora del vasco, pero desconocían la escritura. En la zona de Massilia (la actual Marsella) los habitantes de las colonias griegas hablaban y escribían en este idioma, pero no lo difundieron más allá de sus colonias. 

Todos esos idiomas y otros hablados en la antigua Galia seguramente fueron desapareciendo con la colonización romana y la progresiva implantación del latín. Con el declive del Imperio romano, una serie de pueblos de origen germánico llegaron a la Galia romana. Entre ellos, dos se establecieron de modo más consolidado: los francos en el norte y los visigodos en el sur, con el río Loiracomo frontera. A pesar de que ambos pueblos hablaban sus propias lenguas, pronto adoptaron el latín hablado por la población. No obstante, el idioma hablado por los francos está en el origen del neerlandés que es un idioma germánico hablado hoy en día en sus distintas variedades en los Países Bajos, donde se le denomina holandés, en parte de Bélgica y en el norte de Francia. 

Durante mucho tiempo, el idioma hablado en el norte de Galia (en realidad ya Francia) es un latín más o menos evolucionado, con grandes influencias, fundamentalmente fonéticas del idioma germánico hablado por los francos. Al sur, la evolución es diferente, por lo que poco a poco se van diferenciando dos lenguas con una frontera que en principio se marcará en el Loira, aunque a lo largo de la historia irá desplazándose cada vez más hacia el sur, debido al empuje político de una Francia. 
Nacimiento del francés 

De cualquier modo, no resulta sencillo establecer el momento en el que el latín vulgar se transforma en francés o provenzal, pero ese momento hay que situarlo entre los siglos VI y IX. A partir del siglo VII ya se cuenta con testimonios de que la lengua hablada en el territorio de la actual Francia es diferente del latín y del germánico. 

El documento fundamental es el de los Juramentos de Estrasburgo(842), que se considera el texto más antiguo escrito en protoromance, en los que las diferentes tropas de los nietos de Carlomagno,Lotario, Carlos el Calvo y Luis el Germánico juran respeto a la división que se produce tras la muerte de Luis el Piadoso y que está marcada por el Tratado de Verdún, y se ven obligados a hacerlo tanto en latín, como en germánico y en un 

idioma romance, a caballo entre el latín y el francés. En Francia, los dos grandes dialectos romances antes mencionados pasarán a ser conocidos con los nombres de langue d'oc y langue d'oïl (en función del modo en que se decía "sí"). 

El francés actual es heredero de este último 

Poco tiempo después empieza a aparecer una literatura escrita por clérigos en este nuevo idioma, que con la aparición de los primeros textos literarios (el primero es la Secuencia de Santa Eulalia), entre los que destaca el Cantar de Roldán, el idioma romance fue consolidándose y diferenciándose cada vez más del latín. Poco a poco se transformó de idioma declinado en idioma analítico, en el cual el uso de preposiciones y el orden de las palabras en la oración reemplazan al sistema de casos. 

Francés antiguo 

Lo que se conoce como francés antiguo se fue consolidando a partir del siglo XI, y aunque hoy se estudie todo lo que se hablaba al norte del Loira como si se tratara de una sola lengua, en realidad se trataba de dialectos con elementos comunes. 

La influencia germánica en el idioma obligó a usar en el lenguaje escrito algunos dígrafos para reproducir algunos de los sonidos que se utilizaban pero que no habían existido en latín vulgar. Así, la nasalización, uno de los elementos fonéticos más característicos de la influencia germánica en el francés se va marcando en la escritura por el uso de la n en posición final de sílaba. La evolución fonética de la u latina hacia el sonido que actualmente tiene en francés obligó asimismo a utilizar el dígrafo ou para reproducir el sonido original de dicha letra en latín. 


Se calcula que hay 200 millones de francófonos en el mundo, de los cuales 72 millones son hablantes parciales.5 Es el décimo tercer idioma más hablado (por hablantes nativos) y la tercera lengua en las relaciones internacionales por el número de países que la emplean como lengua oficial y/o de comunicación y por el número de organizaciones internacionales que la emplean como lengua de trabajo, como pueden ser la Unión Europea, las Naciones Unidas, etc. 


Escritura
El francés se escribe con el alfabeto latino. Utiliza cinco diacríticos: (acento agudo, acento circunflejo, acento grave, cedilla y diéresis), así como dos ligaduras (æ y œ).
El francés se escribe con el alfabeto latino. Utiliza cinco diacríticos: (acento agudo, acento circunflejo, acento grave, cedilla y diéresis), así como dos ligaduras (æ y œ). 




La escritura tiene poco que ver con la pronunciación real pero es fácil predecir la pronunciación a partir de la escritura lo cual no es cierto a la inversa pues esta no es predecible a partir de la audición. Una de sus características es el uso de dos o tres letras para indicar un fonema, si bien muchas veces estos fonemas franceses reúnen el carácter de dos fonemas predominando uno de ellos, por ejemplo el dígrafo ou en el francés parisino suena prácticamente como una [u] española aunque mantiene casi átono algo del fonema [o]. 

En general, la forma escrita es más conservadora que la forma hablada. La pronunciación típica del francés normativo hace recaer casi siempre el acento prosódico en la última sílaba (agudismo). La frecuente poca correspondencia entre el francés escrito y el hablado es un fenómeno que se debe a los fuertes cambios fonéticos que se han presentado desde el período del francés antiguo, y que no se correspondieron con cambios en la escritura. Sin embargo, han ocurrido algunos cambios conscientes en la escritura para restaurar la ortografía latina: 
Francés antiguo doit > Francés doigt «dedo» (Latín digitum). 

Francés antiguo pie > Francés pied «pie» (Latín pedem). 

A veces los impresores impusieron su propia grafía para evitar ambigüedad: 

Antes de la imprenta: uit, ocho. 

A partir de la imprenta: huit, ocho, evitaba la confusión con vit. Es casi imposible predecir la escritura basándose únicamente en la pronunciación. Las consonantes finales, en particular s, x, z, t y d, suelen ser mudas; y n y m son perceptibles incluso al final de palabra porque nasalizan a la vocal que acompañan. En cambio, c, r, f, y l suelen pronunciarse incluso en posición final. Por ejemplo, las siguientes palabras terminan en consonante, pero en su pronunciación acaban en un sonido vocálico: nez, doigt, pied, aller, les, lit, beaux. Con la pérdida de la vocal final en la pronunciación el género llega a quedar marcado, paradójicamente, con el fonema «s» propio del plural.

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