Estoy de acuerdo con todos los aspectos de
la evaluación:
En efecto, no tiene sentido evaluar por el simple hecho de
evaluar, sino que debemos hacerlo para mejorar nuestra acción y valorar sus
resultados. Evaluamos a los alumnos para planificar y desarrollar mejor los
procesos de enseñanza y aprendizaje que desarrollamos en las aulas. Evaluamos a
las escuelas para lograr que funcionen mejor y más eficazmente y para conseguir
que ofrezcan las condiciones que favorecen un aprendizaje de calidad. Evaluamos
al profesorado para incentivarle en su desarrollo profesional y promover las
buenas prácticas docentes. Evaluamos, en fin, el sistema educativo para valorar
la adecuación, la pertinencia y la eficacia de las políticas educativas que
impulsamos. En suma, evaluamos para mejorar, no por rutina o por el mero gusto
de evaluar.
La evaluación de los aprendizajes de los alumnos tiene como
objetivos la valoración de los cambios o resultados producidos como
consecuencia del proceso educativo. La educación trata de producir cambios en
los sujetos. Estos cambios o aprendizajes se estimulan y se desarrollan a
través de un conjunto de actividades durante el proceso educativo.
La evaluación es una forma de investigación social
aplicada, sistemática, planificada y dirigida; encaminada a identificar,
obtener y proporcionar de manera válida y fiable, datos e información
suficiente y relevante en que apoyar un juicio acerca del mérito y el valor de
los diferentes componentes de un programa (tanto en la fase de diagnóstico,
programación o ejecución), o de un conjunto de actividades específicas que se
realizan, han realizado o realizarán, con el propósito de producir efectos y
resultados concretos; comprobando la extensión y el grado en que dichos logros
se han dado, de forma tal, que sirva de base o guía para una toma de decisiones
racional e inteligente entre cursos de acción, o para solucionar problemas y
promover el conocimiento y la comprensión de los factores asociados al éxito o
al fracaso de sus resultados.